Lo que pudo ser una tragedia acabó sólo en susto gracias a la oportuna intervención de un árbitro especializado en primeros auxilios
Se jugaba el octavo minuto del partido de la Liga sueca de hockey hielo entre el Orebro y el Bofors cuando, en un lance del partido y tras uno de los muchos choques que se producen en este deporte, el jugador del primero de los dos equipos Niklas Lihagen cayó desplomado sobre el hielo y no se movía.Tras unos primeros segundos de desconcierto y viendo que las asistencias no llegaban, uno de los árbitros del partido, Wolmer Edqvist, decidió agarrar el toro por los cuernos y, aprovechando sus conocimientos de enfermería, le aplicó un masaje cardíaco que después de unos segundos de incertidumbre reanimó a Lihagen.Poco después, el jugador fue retirado en camilla con la ovación del público asistente, que se llevó un buen susto de no ser por la decisiva intervención del árbitro, uno de los héroes modestos del deporte.
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