
Isabel Roldán 26/10/2011
Es árbitra pionera del hockey hielo-->
Clara Romero (Castellón, 1983) es una pionera en el deporte femenino español, aunque no le da importancia. Es una privilegiada porque su deporte, el hockey hielo, "no es nada machista" y reconoce que esta circunstancia le ha allanado el camino a la hora de convertirse en la única mujer árbitro de la liga Top-6, la máxima división del hockey hielo español. El pasado sábado dirigió el gran clásico Majadahonda-Barça. Ganaron los azulgrana por 3-5.
Hace tres años una lesión de espalda retiró a Clara de la práctica del hockey hielo y la condujo hasta el arbitraje. "Fernando Calvo, jefe de los árbitros de la federación, me ofreció dirigir un partido Sub-15 en Pamplona. Lo hice bien y entonces decidí hacer los cursos de árbitro".
Clara, que mide 1,68 metros, no se siente una valiente por enfrentarse en cada partido a jugadores que le sacan más de una cabeza sino por haberse pasado al "lado oscuro del arbitraje": "No me siento una valiente por ser una mujer sino por ser árbitro. Es una actividad poco agradecida porque siempre tenemos la culpa de todo. El hockey hielo es un deporte donde hombres y mujeres estamos acostumbrados a jugar juntos desde pequeños y eso es una ventaja. Jamás he oído un comentario del estilo de 'vete a fregar' y los jugadores no se ponen más chulos porque sea una mujer. Me protestan igual que a un hombre".
Al preguntarle si arbitraría un partido de fútbol de la Primera División masculina, no duda: "Ni loca. Creo que los futbolistas no están preparados para que les arbitre una mujer".
La Top-6 está formada por seis equipos. Desde hace un año cuentan con presencia femenina. María Gurrea juega en el Majadahonda y las hermanas Abrisqueta, en el ESCOR-BAKH de Vitoria. "Me gusta el hockey hielo porque no hace distinción entre hombres y mujeres", concluye Clara, una pionera más.
Es árbitra pionera del hockey hielo-->
Clara Romero (Castellón, 1983) es una pionera en el deporte femenino español, aunque no le da importancia. Es una privilegiada porque su deporte, el hockey hielo, "no es nada machista" y reconoce que esta circunstancia le ha allanado el camino a la hora de convertirse en la única mujer árbitro de la liga Top-6, la máxima división del hockey hielo español. El pasado sábado dirigió el gran clásico Majadahonda-Barça. Ganaron los azulgrana por 3-5.
Hace tres años una lesión de espalda retiró a Clara de la práctica del hockey hielo y la condujo hasta el arbitraje. "Fernando Calvo, jefe de los árbitros de la federación, me ofreció dirigir un partido Sub-15 en Pamplona. Lo hice bien y entonces decidí hacer los cursos de árbitro".
Clara, que mide 1,68 metros, no se siente una valiente por enfrentarse en cada partido a jugadores que le sacan más de una cabeza sino por haberse pasado al "lado oscuro del arbitraje": "No me siento una valiente por ser una mujer sino por ser árbitro. Es una actividad poco agradecida porque siempre tenemos la culpa de todo. El hockey hielo es un deporte donde hombres y mujeres estamos acostumbrados a jugar juntos desde pequeños y eso es una ventaja. Jamás he oído un comentario del estilo de 'vete a fregar' y los jugadores no se ponen más chulos porque sea una mujer. Me protestan igual que a un hombre".
Al preguntarle si arbitraría un partido de fútbol de la Primera División masculina, no duda: "Ni loca. Creo que los futbolistas no están preparados para que les arbitre una mujer".
La Top-6 está formada por seis equipos. Desde hace un año cuentan con presencia femenina. María Gurrea juega en el Majadahonda y las hermanas Abrisqueta, en el ESCOR-BAKH de Vitoria. "Me gusta el hockey hielo porque no hace distinción entre hombres y mujeres", concluye Clara, una pionera más.
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