
Nueve horas de viaje. Tres días. De Granada a Madrid y vuelta. Los jugadores del equipo de hockey hielo del Club de Hielo Granada se ven obligados a trasladarse hasta la capital para jugar como locales. No hay ninguna pista más cercana. No al menos que tenga las dimensiones reglamentarias que exige la Federación Española. La falta de infraestructura es uno de los principales problemas a los que tienen que hacer frente para poder disfrutar de su deporte. Pero no es el único. Steven González, presidente del Club de Hielo Granada, tiene las esperanzas puestas en la Universiada de 2015. La adjudicación de Granada como sede de esta olimpiada fue la que le ayudó a dar el paso definitivo para crear el club, pero «si no viene el Palacio de Hielo este proyecto se acaba», concluye.
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